Reseña Cuentos de hadas de Charles Perrault
Charles
Perrault (1628-1703) fue un escritor francés, muy reconocido y famoso en su
época, sobre todo por sus cuentos infantiles, los cuales tomó de la tradición
literaria y los dio forma. Esas versiones originales que, al parecer, eran más
sencillas, él las dio forma y también, les añadió crudeza. Son cuentos para
niños, pero tienen bastante crueldad.
En
cuanto al autor, su familia, fue bastante pudiente y asistió a las mejores
escuelas de su época. Como curiosidad, cabe decir que fue bibliotecario de la
Academia francesa, más adelante perdió a su mujer y también su puesto como
bibliotecario y se dedicó de pleno a la educación de sus hijos y es ahí, cuando
recupera esos cuentos de antaño y los reescribe.
Los
cuentos vienen de la tradición oral, como es el de “Mamá Ganso” que
representaba a la niñera que cuenta esos cuentos a los niños, también hay otros
que los toma de la tradición literaria y otros son leyendas de origen exótico.
Además, el autor deja una moraleja al final de los cuentos como aprendizaje de
valores.
En
los cuentos se habla de príncipes encantados, hadas, ogros, princesas, brujas o
animales que hablan. Los llama “Cuentos de hadas” ya que en los salones de la
alta sociedad se reunían para contar cuentos y eso estaba de moda. El propio
autor creó un nuevo estilo en la literatura. Se inspiró en Virgilio y Apuleyo,
los clásicos latinos.
En
el cuento de “Griselda” trata sobre el valor de la paciencia, habla temas de
desconfianza, de crueldad e incluso, de
maltrato y machismo; en “Piel de asno” habla del engaño de las apariencias, del
incesto, de la idea estereotipada de la mujer como un ser frágil y puro; en
“Los deseos ridículos” habla sobre los impulsos que nos hacen cometer diversos
errores; en “El gato con botas” se celebra el triunfo del ingenio y de la fidelidad;
en “La bella durmiente del bosque” habla de no esperar mucho tiempo para
encontrar un marido, ya que la bella durmiente esperó 100 años, pero tampoco
estar impaciente por encontrar marido; en “Caperucita roja” nos da a entender
que los niños no deben fiarse de la gente ya que hay “lobos”, es decir,
personas malas, que muchas veces no son lo que parecen; en “Barba azul” habla
sobre los peligros de la curiosidad; en “Las hadas” habla sobre la amabilidad;
en “Cenicienta o el zapatito de cristal” habla de la belleza y la dulzura; en
“Riquete el del copete” nos dice que la verdadera belleza no es la física sino
que reside en el corazón, está en uno mismo y es el propio amor el que
convierte en bella a la persona amada; en “Pulgarcito” nos hace ver que la
inteligencia y la astucia son mucho más importantes que ser grande o pequeño;
en “La sagaz princesa o las aventuras de Picarilla” habla sobre la prudencia.
En
definitiva, si tienes nostalgia y quieres leer los cuentos de tu infancia en su
versión original, no la de Disney, éste es tu libro. He seguido la edición de
Alma Clásicos Ilustrados que es una belleza y al principio tiene un aparato
crítico muy interesante donde te explica todo con detalles.
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