Reseña Fahrenheit 451
En
esta novela entramos en un mundo distópico donde los bomberos no apagan fuegos,
sino que los provocan, su trabajo es incendiar y quemar todos los libros ya que
están prohibidos y al que pillen que los esconde en su casa van a por ellos. El
protagonista Guy Montag es un bombero que trabaja allí y se dedica a ir todas
las noches a los avisos de las casas para quemar los libros. Él hace su trabajo
sin pensar, ya que pensar está mal visto y en esta sociedad se pretende
entretener a la gente con la televisión, programas de risa y la gente ya no
habla los unos con los otros ni sale a pasear, dedican su tiempo libre a ver la
tv. Un día Montag conoce a Clarisse, una adolescente con la que se encuentra en
medio de la noche y le hace una serie de preguntas con la que él comienza a
cuestionárselo todo.
Junto
con las obras de George Orwell (Rebelión en la granja, 1984) o Aldoux Huxley
(Un mundo feliz) se encuentra esta distopía que rivaliza con estas grandes
obras y que a menudo que vas leyendo te deja boquiabierto ya que es una novela
escrita en 1953 pero muy actual hoy en día, todo lo que se dice en ella ocurre
en la actualidad con temas como la censura, el conocimiento y el avance de la
tecnología y los medios audiovisuales.
El
autor, Ray Bradbury, siempre se sintió muy orgulloso de esta gran obra que
realizó y a lo largo de su vida el mundo cultural estuvo muy presente ya que
dedicó su tiempo a escribir otro tipo de cobras y también relatos.
El
título de la obra se refiere a los 451 grados Fahrenheit, que es la temperatura
en la que los libros comienzan a arder.
Destaco
algunas frases de la novela que te harán pensar y reflexionar.
“No
hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee,
que no aprende, que no sabe”
“Tiene
que haber algo en los libros, cosas que no podemos imaginar que hacer que una
mujer permanezca en una casa que arde. Ahí tiene que haber algo. Uno no se
sacrifica por nada”
“La
televisión, esa bestia insidiosa, esa medusa que convierte en piedra a millones
de personas todas las noches mirándola fijamente, esa sirena que llama y canta,
que promete mucho y en realidad da poco”
“Dale
a la gente concursos que puedan ganar recordando las letras de las canciones
más populares, o los nombres de las capitales del Estado. Atibórrales de datos
no combustibles, lánzales encima también “hechos” que se sientan abrumados.
Entonces tendrás la sensación de que piensan, tendrás la impresión de que se
mueven sin moverse. Y serán felices. No les des filosofía o sociología para que
empiecen a atar cabos”
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