Reseña de El señor de Bembibre

 La obra de Enrique Gil y Carrasco fue publicada en 1844 y dicha novela es la que inicia la novela histórica en la literatura española del romanticismo. En ella, podemos encontrar influencias de Walter Scott sobre todo en las novelas de Ivanhoe y The Bride of Lammermoor. 

El argumento está basado en este autor además de algunos recursos característicos.

La trama se enfoca en los enfrentamientos de las casas de Arganza y las casas de Bembibre, el rechazo del matrimonio que es la condición social del héroe, el protagonista Don Álvaro está emparentado con los templarios y la heroína de la novela tiene un destino trágico. También la soledad y nostalgia por el pasado destaca en un tiempo en que estaba de moda las obras teatrales de aventuras. 

La obra pertenece al romanticismo español y es la que inicia la novela histórica actual con temas típicos del romanticismo como un final no feliz, la narración es lenta y se utiliza un lenguaje bastante recargado, además, el narrador es omnisciente y externo aunque en algunos momentos hace notas aclaratorias para el lector y vuelve hacia atrás en el tiempo. Destaca también la importancia de la naturaleza en la obra y hace unas muy bellas descripciones de los lugares que se frecuentan tales como El Bierzo, el Castillo de Ponferrada, Bembibre, Salamanca, Río Sil, Lago Carruzedo, Las Médulas, Arganza y Cornatel. 





La novela está ambientada en el siglo XIV y trata la historia de amor entre Don Álvaro, el señor de Bembibre y Doña Beatriz, hija y heredera de Don Alonso Osorio. 

Los protagonistas desean casarse mediante la promesa de ella, pero hay un tercer protagonista que es el Conde de Lemos que quiere casarse con Doña Beatriz para adquirir una más alta posición y es un personaje malvado y ruín que tratará por medio de engaños de salirse con la suya. 

Por consiguiente, destaca una condición social muy humana en los personajes ya que ellos mismos se Dan cuenta de sus herrores. 

Se utiliza también el recurso de la aparición de unos legajos y manuscritos que es lo que ha transcrito el autor, al igual que hizo Cervantes, y esto se utiliza para cerrar la historia a modo de epílogo. 

Se utiliza además otro recurso de Walter Scott que es el bebedizo que toma Don Álvaro, que es un narcótico que te hace pasar por muerto. 

En definitiva, es una de las grandes novelas del romanticismo, la que inicia el ciclo, la que se enfoca en sentimientos como el ganar la batalla, el bien para el país, el sentido de la melancolía, la fuerza del destino y una gran importancia de la naturaleza. 


Comentarios

Entradas populares