Reseña de El último Catón y El regreso del Catón de Matilde Asensi
Matilde
Asensi es una escritora actual y sus novelas se caracterizan por ser
enigmáticas en las que te envuelves en sus descripciones y sus personajes nos
enganchan.
En
el caso del El último Catón, está
ambientada en la actualidad, a la protagonista le llega una investigación del
Vaticano, donde ella trabaja para descifrar el misterio de los robos que están
surgiendo de los fragmentos de la Vera Cruz, que no es sino la verdadera cruz
donde según cuenta la tradición Jesús murió crucificado. Es considerada como
una reliquia de primer orden.
En
la novela también se habla de los conocidos “staurofílakes” que es una secta
religiosa “ficticia” del cristianismo. Ellos se encargan de ir recuperando las
reliquias de la vera cruz, ya que se cuenta que Elena de Constantinopla descubre
en la gruta de la Golgota tres cruces y en una de ella fue donde Jesús de
Nazaret resucitó.
Los
aspirantes a staurofílakes tiene que realizar una serie de pruebas donde son
marcados con escarificaciones a lo largo de todo su cuerpo con el sello de la
cruz. De todos estos staurofílakes el equivalente a lo que es un Papa sería
nombrado como Catón.
Cuenta
que a lo largo de los siglos ha habido 257 catones en todo el mundo.
Lo
que más sorprende de la novela es lo bien que se ha versado la autora y se ha
empapado de historia ya que se ve plasmado en la novela o el gran conocimiento
que tiene de la obra de Dante Alighieri, La
divina comedia, ya que aparece aquí como una de las claves de la novela
para descifrar las siete pruebas que se les presentarán a sus protagonistas.
Estas
7 pruebas serán los 7 pecados capitales que se representan en las siguiente
ciudades donde tendrán que viajar los protagonistas:
-
Roma: soberbia
-
Rávena: envidia
-
Jerusalén : ira
-
Atenas: pereza
-
Constantinopla: avaricia
-
Alejandría: gula
-
Antioquía: lujuria
En
el caso de la segunda parte de la obra, El
regreso del Catón, es una continuación pero que a su vez, es independiente ya
que resumen las peripecias que han realizado los personajes en la primera
novela, por lo que es posible leer la segunda obra sin haber leído la primera.
Aunque para mi gusto, la primera es la mejor ya que te atrapa desde el primer
momento. En ésta segunda parte, los acontecimientos pasan más lentos y es casi
al final cuando los personajes se tienen que sumergir en una serie de pruebas.
Ottavia y Farag, viven actualmente en Canadá con su sobrina Isabella, allí
reciben una visita de los ancianos Simonson, donde les cuentan que hay
existencia de unos osarios judíos que podrían contener los restos de Jesús de
Nazaret y de su familia, desmontando toda la creencia cristiana de que Jesús
nació de la Virgen María y su concepción fue divina. Por lo tanto, tendrán que
encontrar los osarios antes de que el malvado Spittler y sus compañeros lo
encuentren y lo destruyan.
En
esta segunda novela también podremos ver grandes ciudades como la Ruta de la
Sede, las alcantarillas de Estambul, Marco Polo, Mongolia y Tierra Santa.
En
Mongolia descubrirán la tumba de María Paleologina donde encuentran cartas
firmadas por Marco Polo y eso les llevarán a buscar allí y hacer la ruta de la
sede como hizo Marco Polo en el antiguo Catay (China), en busca de los osarios
perdidos.
Si
quieren llegar a esos osarios tendrán que, como en la primera novela, pasar una
serie de pruebas con arenas movedizas o ruedas con códigos.
Ambas
novelas merecen la pena su lectura ya que se nota que la autora ha leído mucha
historia sobre el tema y los lugares que recorren son fascinantes, además de
aprender muchas cosas durante su lectura.
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