Pedro Antonio de Alarcón y los cuentos de misterio

Pedro Antonio de Alarcón era el mejor autor de cuentos de la época. En política, fue muy de izquierdas y luego muy de derechas, le debió de pasar algo para tan drástico cambio. Él siempre quería que la gente hablara de él, bien o mal, pero que se hablara de él. Tuvo una vida difícil ya que hubo una conspiración de silencio contra él y fue muy dura. Estuvo en el seminario ya que siempre a algún hijo de familia le tocaba ingresar ahí, pero él no era religioso. Tuvo un duelo, fue el primer corresponsal de guerra en el caso de España contra Marruecos, Diario de un testigo de la guerra de África, con el que ganó mucho dinero en la primera tirada. Hizo un recorrido de impresión de viajes en El viaje de Madrid a Nápoles.


Con respecto a los cuentos, El coro de ángeles trata sobre una mujer muy fea llamada Casimira, nadie la hacía caso hasta que un día un joven le habla y le da a entender que la belleza reside en el interior, le habla de la belleza espiritual. Ella es muy feliz, cambia de vestuario, viste con más color hasta que un día oye una conversación, todo había sido una apuesta, ella ya no quiere vivir más y se suicida. Termina el cuento con la reflexión en forma de pregunta: ¿Por qué la justicia castiga el delito físico y deja libre otros conflictos más dolorosos como éste?
Tic tac: un hombre sospecha que su mujer le engaña y tiene al amante en el dormitorio, le busca por todas partes y no está, de repente el reloj se para, lo va a poner en marcha y se pone en marcha sólo, el amante loco del susto pierde la cabeza y se va diciendo: tic, tac…
El clavo: tres personajes: Felipe (el narrador), una mujer y el juez Zarco. Un día paseando Felipe se encuentra una caja, en el interior de ella hay un cráneo fresco pero con un clavo, esa persona ha sido asesinada, llaman al sepulturero, se identifica el cadáver, en el juicio hay tres personas: 1 mujer misteriosa y bellísima, 2 una mujer buscada por la policía y 3 una mujer enamorada del juez Zarco. Termina el cuento misterioso con el resultado de que las tres mujeres son la misma persona y el juez se enamora de la asesina y el hombre al que mató era malo y la pegaba.


La mujer alta: un ingeniero muy estudioso va por la calle y cuenta una historia. Iba un día por la calle y se encuentra una sombra, era una calle estrecha, de madrugada y ve la sombra en un portal, mira de reojo y se encuentra con una mujer que lleva un pañuelo, ella parecía un hombre feo vestido de mujer y sonríe de forma maléfica, él corre y le persigue la sombra dejando su aliento en la espalda. En la primera aparición de este personaje muere el padre, en la segunda aparición muere él. En el primer caso va al cementerio a ver al padre y la sombra está ahí, levanta la mirada y nota como le mira, es la muerte y le sonríe. Transcurren unos años y no vuelve a aparecer pero ha captado el miedo.
El sombrero de tres picos: el sombrero como símbolo de la autoridad. La molinera Frasquita, llamada “la señá” (vulgarismo de señora) es muy guapa y está casada con el tío Lucas, hay otro hombre el corregidor (la autoridad). La acción transcurre en el molino, el corregidor está enamorado de ella y la compra cosas para halagarla, se quiere librar el tío Lucas y le manda a la cárcel. Va al molino, tropieza y se moja, ella se apiada de él y le mete en su cama, le quita la ropa mojada y le pone la chimenea. El tío Lucas se escapa de la cárcel y lo ve todo, monta en cólera y decide aplicar la ley del talión (ojo por ojo y diente por diente), coge la ropa del corregidor y se va a ver a la mujer de éste, como son iguales en silueta, se acuesta con la mujer de éste y ella finge no darse cuenta. Al final todo se resuelve, el corregidor y la corregidora se separan pero Franquista y el tío Lucas se quedan juntos.


El escándalo: Fabián es un estudiante de medicina, su amigo se casa y la mujer quiere mantener relaciones sexuales con Fabián, él se niega y ella le dice a su marido que Fabián se le ha insinuado. Fabián se siente muy agobiado y acude a un jesuita ilustrado para que le aconseje. La crítica dice que porqué hay que acudir siempre a un jesuita, él escribe la novela en un ambiente de revolución en España, quiere elogiar a la iglesia.

Fue un hombre que sufrió mucho por la muerte de su hijo y por la conspiración de silencio contra él. Cuando muere está sólo y únicamente Galdós y Valera serán quienes escriban algo sobre él. Emilia Pardo Bazán escribirá su biografía.

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