Bosquejo biográfico sobre Juan de Tassis y Peralta, Conde de Villamediana

RESUMEN
Tras la muerte de Don Juan de Tassis y Peralta, Conde de Villamediana, surgieron una serie de leyendas que fueron recogidas por sus contemporáneos en los epitafios dedicados a su muerte. Llegados al siglo XIX, se recupera de nuevo su leyenda y la figura del Conde de Villamediana se ve convertida en personaje literario dando lugar a diversas composiciones como obras teatrales, folletines, novelas o composiciones poéticas. Los escritores de estos textos, además de estar influenciados por su época, están influenciados por las obras compuestas por sus precedentes y esto se demuestra en numerosos puntos en común que se pueden encontrar en todas las obras tanto en la temática como en los personajes. El Conde de Villamediana se convierte en un personaje literario gracias a estos escritores que han hecho que perviva su memoria a través de estas obras que llegan hasta nuestros días.

Palabras clave: Villamediana, epitafios, leyenda, obras, personaje literario



EL ESTADO DE LA CUESTIÓN
En el ámbito de la literatura española, a partir del siglo XIX, se puede ver un proceso de recuperación de la figura de Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana.
Esta figura ha cobrado protagonismo debido a sus escándalos en la corte, a sus sátiras contra la corrupción del país y a su desenfrenado amor por la reina Isabel de Borbón. De modo que, se ha convertido en un personaje literario gracias a los epitafios escritos por sus contemporáneos tras su muerte y después, gracias a las obras literarias inspiradas en su figura en los siglos XIX y XX.


Algunos importantes estudios sobre la obra y la figura de Villamediana son los de Narciso Alonso Cortés, La muerte del Conde de Villamediana, Valladolid, [s.n], 1928; Juan Eugenio Hartzenbusch, “Discurso leído ante la Real Academia Española al [de recepción de don Francisco Cutanda]” en Discursos leídos en Las recepciones públicas que ha celebrado desde 1847 la Real Academia Española, tomo 3, Madrid, Imprenta y estereotipia de M. Rivadeneyra, 1861 (Imp. Colegio Santiago); Luis Rosales, Pasión y muerte del Conde Villamediana, Madrid, Gredos, 1969; Juan de Tassis, Conde de Villamediana, Obras; edición, introducción y notas de Juan Manuel Rozas, Madrid, Castalia, 1969; y Juan de Tassis, Conde de Villamediana, Poesía impresa completa; edición de José Francisco Ruiz Casanova, Madrid, Cátedra, 1990.
Los estudios sobre las obras que recuperan la leyenda de Villamediana son, fundamentalmente, el artículo de María del Carmen Rincón Martínez, “Juan de Tasis y el teatro del siglo XIX”, Cuadernos para la investigación de la literatura hispánica, Fundación universitaria española seminario “Menéndez Pelayo”, num.8, Madrid, 1987, y el de José Antonio Rodríguez Martín, “Villamediana, un clásico como fuente de inspiración contemporánea”, Cuadernos para investigación de la literatura hispánica, nº8, Madrid, 1987.
Todos ellos han tratado de investigar su muerte ya que ésta es la principal causa de que comenzara una literatura sobre él que alimenta su fama póstuma.

  1. Bosquejo biográfico.
1.1. Desde su nacimiento hasta la mayoría de edad
Se desconoce cuál es la fecha exacta de su nacimiento pero sería en torno a la segunda mitad de 1582. Sus padres fueron María de Peralta Muñatones y Juan de Tassis y Acuña, el primer Conde de Villamediana. Desde su infancia, Juan de Tassis y Peralta se crió en un ambiente de palacio, recibiendo además educación a manos de los humanistas Luis Tribaldos de Toledo y Bartolomé Jiménez Patón. Gracias a esa excelente formación tuvo la posibilidad de adentrarse en el mundo de las letras y poder componer versos en latín con un repertorio de mitología clásica.


            Según se encuentra en uno de sus versos, se deduce que estudió en la Universidad de Alcalá de Henares, pero no por mucho tiempo.
En 1599 acompaña al rey Felipe III a Valencia para recibir a doña Margarita de Austria; allí es nombrado gentilhombre de la corte.
1.2. Traslado de la Corte a Valladolid (1601-1606)
En 1601, la Corte se trasladó a Valladolid y, en ese mismo año, contrajo matrimonio con Doña Ana de Mendoza y de la Cerda con la cual tuvo varios hijos que se malograrían.
            En 1605, con motivo del bautizo del futuro Felipe IV, se celebran unas fiestas en Valladolid donde empieza a destacar como caballero por su elegancia en el vestir y su destreza con el caballo. Por esta época comenzarán sus amores con la Marquesa del Valle[1] y, tras los escándalos, decidirá marchar a Francia y a Flandes.
1.3.Regreso de la Corte a Madrid hasta su viaje a Italia (1606-1611)
En el año 1607 muere su padre y hereda el cargo de Correo mayor de la corte. Un año después es desterrado por ganar una suma importante de dinero jugando a los naipes.
Más tarde, en 1611 en Nápoles, se crea la “Academia de los Ociosos”, con la protección del Conde de Lemos, en la que participa Villamediana tomando contacto con los demás poetas italianos. Allí será influenciado por el poeta Giambattista Marino.
1.4. Viaje por Italia (1611-1615)
Como vemos, ya estando en Italia, ganó prestigio por las letras y por las armas, ya que llegó a ser nombrado maestre de campo en las guerras de Nápoles y Lombardía.
En 1615 pasa por la corte de Cosme II de Médicis, después por Roma, hasta su regreso a España. Emilio Cotarelo y Mori cree que regresó a Madrid a finales del año 1617.[2]
1.5.Regreso de Italia hasta el destierro (1615-1618)
Tras regresar de Italia, Felipe III le destierra por la venta de unos títulos de correos y por sus sátiras políticas con las que ataca a personajes importantes de la época.
Es posible que antes estuviera por Toledo pero hay documentación que señala que en 1617 estuvo en Madrid. [3]
1.6. El destierro (1618-1621)
En 1618 se produce el segundo destierro con la orden de que: “no entrase veinte leguas alrededor de Madrid, y otras tantas donde hubiese audiencia del rey, Salamanca ni Córdoba.”[4]
En 1621, tras la muerte de Felipe III y ya con el nuevo rey Felipe IV, regresa a la corte. El nuevo rey había permitido que todos los desterrados pudieran volver a la corte.
El año anterior ya había regresado para asistir a un certamen poético y celebrar las fiestas de la beatificación de San Isidro, donde participó obteniendo el primer premio con un soneto, quedando por delante de Vicente Espinel y Francisco López de Zárate.


1.7.Regreso a la Corte hasta su muerte (1621-1622)
En la primavera del año 1622 comienzan los preparativos para la fiesta en honor a Felipe IV por su cumpleaños. La reina Isabel de Borbón le encarga a Villamediana una comedia, La Gloria de Niquea, que será representada en el Real sitio de Aranjuez.
El domingo 21 de agosto de 1622 Villamediana es asesinado en plena Calle Mayor de Madrid cuando iba paseando en coche con su amigo Don Luis de Haro. Se inculpa del asesinato a Ignacio Méndez y a Alonso Mateo, ballesteros reales.[5]
Tras su muerte, aparece un proceso instruido por Fernando Fariñas por pecado nefando en el que se verán envueltos el propio Villamediana y varios nobles y sirvientes.



[1] Véase el capítulo 3.1. “Las amantes del Conde de Villamediana” donde exponemos la narración de dichos amores con la Marquesa del Valle.
[2] Véase a Emilio Cotarelo y Mori, El Conde de Villamediana, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1886, pág. 57.
[3] Ibidem, pág. 57.
[4] Ibidem, pág. 79.
[5] Véase los testimonios recogidos por la crítica. Emilio Cotarelo, El Conde de Villamediana, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1886, págs. 135-206; Narciso Alonso Cortés, La muerte del Conde de Villamediana, Valladolid, [s.n], 1928 (Imp. Colegio Santiago), págs. 73-79; Luis Rosales, Pasión y muerte del Conde de Villamediana, Madrid, Gredos, 1969, págs. 175-232 y Juan Eugenio Hartzenbusch, “Discurso leído ante la Real Academia Española en contestación al [de recepción de don Francisco Cutanda] en Discursos leídos en Las recepciones públicas que ha celebrado desde 1847 la Real Academia Española, tomo 3, Madrid, Imprenta y estereotipia de M. Rivadeneyra, 1861.

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