Malinche de Laura Esquivel
Laura
Esquivel es una escritora mexicana actual y escritora dentro del género novela.
En su novela Malinche la autora trata
de reivindicar a una de las mujeres más controvertidas de la historia, Malinche
o Malintzin, bautizada como Marina para los españoles. Mujer indígena aliada de
Hernán Cortés en la conquista de América. Cuando los españoles tratan de
conquistar la ciudad de Tenochtitlan cuyo gobernador era el emperador
Moctezuma.
La
novela comienza con el nacimiento de Malinalli y el ritual de bautizo de los
cuatro elementos. La abuela fue quien cuidó de ella y al morir ésta, su madre
la regaló y la vendieron como esclava. Se habla de la leyenda de Quetzalcóatl
que huyó por el norte y por el norte regresaría con forma de hombre de cabellos
dorados como el sol; los indígenas al verlos pensaron que la profecía se había
cumplido. Se presenta también el problema del entendimiento entre los indígenas
y los españoles pero eso se va resolviendo de la mano de Jerónimo de Aguilar,
quien había estado allí y conocía la lengua. Ese papel será representado ahora
por Malinche que hará de mediadora entre los dos bandos. Malinche se entera de
un ataque que están preparando contra los españoles y no sabe si contárselo a
Cortés, él al final se entera por otros medios. Malinche es violada y ella
siente un amor-odio hacia Cortés. Los españoles son comparados con dioses en la
entrada de Tenochtitlan mientras Cortés queda maravillado al ver la hermosa
ciudad.
Con
respecto a la protagonista, vemos como la autora hace una reivindicación de
este personaje ya que había sido maltratado a lo largo de la historia y de lo
que se ha ido contando en las crónicas. La autora la llama en todo momento
“Malinalli” y no Malinche (que significaba “el amo de Malinalli), ya que este
último era un nombre peyorativo. Ella es una mujer que tuvo que vivir lo
sangriento de la conquista, ser traductora e intérprete de los españoles (para
ellos unos heroína), mientras que, por otra parte, estaba siendo una traidora
para su pueblo. Esquivel destaca papeles importantes como el de encender el
fuego, sembrar el maíz, cocinar o lavar la ropa mediante un lenguaje poético
hermoso y dejando de lado las crónicas que se empeñaban en ajusticiarla como traidora.
Fue una mujer sufridora ya que vivió el rechazo por parte de su pueblo y por
parte de su propia familia. Además de esto, la condición de ser mujer
dificultaba su trabajo de traductora ya que era considerado un papel inusual
para una mujer, pero a pesar de esto, esta mujer se convirtió en la traductora
de dos mundos.
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