La Atlántida. Comienzo de una leyenda

Las primeras fuentes que nos encontramos sobre esta isla misteriosa se dan  en Platón, quien describió una isla a la que llamó “La Atlántida” y que fue arrollada por el mar en un día. Comenzó con una erupción volcánica masiva en la isla de Santorini, allí mismo se descubrió una ciudad debajo. Esto ocurrió en la edad de bronce, en Creta, donde era conocida la cultura de los minoicos y sus sacerdotisas que preveían y hacían extraños rituales. La figura central era el toro por la leyenda del minotauro. El salto del toro era un importante rito de iniciación. Santorini es la actual isla de Thera y es tal y como la describió Platón. Las mujeres minoicas eran sumamente independientes e influyentes.

 Las sacerdotisas usaban azafrán para comunicarse con los dioses, a modo de alucinógeno. Surgieron explosiones por las aguas subterráneas y esas eran las primeras señales de que el volcán estallaría. En torno al año 1620 a.C. la isla sufrió un enorme terremoto. La cámara magmática se rompió debido al terremoto liberando azufre y otros gases venenosos. Antes debieron surgir pequeñas erupciones volcánicas y las interpretaban como señales de los dioses. Era la interacción de dos clases de magma que suponía una catástrofe. La explosión formó un ruido parecido al producido por una bomba atómica, este fenómeno fue conocido como “erupción cliniana”. La ceniza volcánica contiene silicona e inhalada se mezcla con la humedad de los pulmones y forma cemento líquido y eso dificulta la respiración. El cráter se mezcló con el agua de mar y provocó una erupción fratomagmática (produciendo un ruido de hasta 300 decibelios). Después se produjo una montaña de gas y roca, el impacto con el mar provocó tsunamis y el primer tsunami tardaría unos 20 minutos en llegar a Creta. Según las investigaciones esto duró horas e incluso días después de la erupción. Los restos arqueológicos revelan que hubo una profunda agitación social, se saquearon ciudades y templos, se hicieron sacrificios humanos, la civilización fue absorbida por una tribu de guerreros que eran los micénicos. La historia del desastre fue transmitida, reinterpretada e idealizada. Se piensa que esto sirvió de ejemplo para Platón para escribir el ascenso y la caída de una civilización a la que llamó “La Atlántida” y eso dio lugar a la leyenda.