Aristófanes y la literatura sobre la mujer en la Antigua Grecia

Aristófanes nació en Atenas en el 444 a.C. y murió en el mismo lugar en el 385 a .C. Su terreno fue la literatura cómica pero también defendió mucho a la mujer en la antigua Grecia, algo que era inusual para la época, también en sus obras cómicas vemos como levanta el dedo corazón, el gesto que actualmente seguimos haciendo para ofender ya aparecía en Las nubes, lo cual hacía que el público se riera a carcajadas.

En Las Tesmoforias Eurípides se entera de una revolución por parte de las mujeres griegas ya que ellas son tratadas como locas, ninfómanas y suicidas en las tragedias de éste. Por lo tanto, consigue que Mnesíloco se disfrace de mujer y se cuele en las reuniones que las mujeres realizan para hacer pagar las cosas que decía Eurípides sobre ellas. Las mujeres por turnos van mostrando su desagrado frente a las palabras que habían dicho sobre ellas y cuando le toca el turno a Mnesíloco pone más verdes aún a las mujeres por lo que las demás se dan cuenta de que algo extraño ocurre, le quitan la ropa y se dan cuenta del engaño. Después de tramar varios intentos de escape Eurípides y Mnesíloco, la obra acaba bien ya que Eurípides promete no hablar mal de las mujeres en sus obras.

Esta obra es en realidad una queja del propio Aristófanes por las tragedias escritas por Eurípides.

En Las asambleístas o La asamblea de mujeres un grupo de mujeres cuya líder es Praxágora reivindican el control de Atenas que siempre estaba en manos de los hombres y ellas creen que pueden gobernar mejor, de modo que se disfrazan de hombres y se cuelan en una reunión tratando de convencer a los demás hombres para que voten por ellas. Por lo tanto las mujeres forman un gobierno comunista y proclaman la igualdad de géneros.

En Lisístrata la ciudad se ve envuelta en medio de una guerra por lo cual las mujeres se reúnen para buscar la paz. Por lo tanto, las mujeres se reúnen y utilizan la huelga sexual con sus maridos para que finalicen la guerra. Las mujeres se quedan en la Acrópolis y los hombres tratan de convencerlas ya que no aguantan más la huelga sexual, finalmente consiguen la paz y la obra finaliza con una celebración de cantos y bailes.