Los misterios y oráculos de Grecia. Eleusis y Delfos

La religión Olímpica de los griegos a menudo no satisfacía todas las dudas que las personas tenían, como la vida más allá de la muerte. Por ello, se crearon los llamados “Mistéricos”, que su epistemología proviene de cerrado o tal vez mito. Surgieron manifestaciones bastante importantes y eran secretas, no podía acceder cualquiera. Había varios cultos mistéricos como los de Eleusis, el Orfismo o los ritos de Dionisio donde sus participantes podían ser ricos, pobres, hombres o mujeres pero debían guardar el secreto de todo lo que sucediera en ellos.

En los misterios de Eleusis se comenzaba con una procesión por Atenas y llegados a Eleusis hacían ayunos y purificaciones en el mar metiéndose con estatuas de las diosas. Hay noticias de que se introducía al novicio en un lugar cerrado y misterioso para aprender la teoría de bajar al Hades. Pero lo que ocurría allí no lo sabemos ya que se guardó muy bien el secreto. Lo único que sabemos es que se simbolizaba la vida eterna con Perséfone y la fertilidad de la tierra.

En el caso del oráculo de Delfos, era un santuario de adivinación muy venerado. Era un lugar maravilloso y lleno de ofrendas que la gente hacía al dios Apolo. Estaban depositados en pequeños cubículos con formas de pequeños templos y había numerosas inscripciones, esculturas, fuentes, vendedores de chucherías…Se construyó un teatro más arriba del templo.

El viajero se adentraba y le recibían los sacerdotes. El ritual consistía en vestirle con una túnica blanca como símbolo de pureza y le preguntaban al dios si quería desvelar las preguntas del viajero. Echaban un cuenco de agua fría sobre una cabra y si tiritaba era que el dios sí quería responder a las preguntas del viajero.

Los sacerdotes llevaban la pregunta a la Pitia o Pitonisa que mascaba hojas de laurel, el símbolo de Apolo e inhalaba gases que salían de las grietas del suelo, Apolo por boca de la Pitonisa respondía a las preguntas. Los sacerdotes ponían en verso la respuesta y se la daban al viajero. Es cierto que muchas respuestas eran ambiguas pero los oráculos tuvieron una gran fama porque muchas de ellas eran acertadas.