J.K.Rowling y la saga Harry Potter

Joanne Kathleen Rowling es una de las escritoras más famosas de todos los tiempos, su gran obra, la famosa saga de Harry Potter pertenece al género literario conocido como “literatura infantil” aunque esta historia también es leída por adultos ya que tiene concomitancias con obras como las de R.L. Stevenson, Lewis Carroll y J.R.R.Tolkien. Estos libros están impregnados de lucha ante las injusticias y miedo por lo que la magia será el elemento clave para poder superar los peligros.


La autora desde pequeña estuvo interesada en la escritura pero fue al cambiar de residencia y trasladarse con su familia a Winterbourne donde conoce a un grupo de niños que se apellidan Potter, apellido que le gusta y que adoptará para su saga. Ya divorciada y sin trabajo es cuando comienza a escribir el primer libro Harry Potter y la piedra filosofal con el que obtuvo una beca y posteriormente la riqueza tras las millones de copias vendidas. Su primer pensamiento sobre la trama fue en un viaje en tren que realizó en 1990. En la historia se mezcla lo natural con lo sobrenatural y se adentra tanto en el personaje que hace que el lector se ponga de su parte para apoyarle y meterse de lleno dentro de la historia pareciendo que no fuera ficticia.  En palabras de José Luis Caramés Lages y Natalia Menéndez Rodríguez:
[…] Lo fantástico es el tipo de escritura que no contiene elementos realistas, algo que proviene de los mitos griegos y que llega hasta los más actuales. Es la literatura escrita por Homero, Rabelais, Swift, Kafka, Poe, Borges o García Márquez. […] Este tipo de escritura es uno de los modos de contar historias más antiguos que existen. Así, tenemos a antiguas leyendas de Mesopotamia contadas como tal, lo mismo que la Odisea, Beowulf o los cuentos de Arturo y de la Mesa Redonda. En todas estas historias se trata de explicar el lado oscuro del ser humano y le darnos los antídotos necesarios para no caer en él. Como vocablo, fantasía, parece tener relación con fantasma y con alegría. La fantasía se basa en viejos cuentos que contienen elementos de miedo, obsesión o intrigas, además de cierta curiosidad acerca del mundo que nos rodea. Esto guarda relación con los rituales y las palabras que van con ellos, ese lenguaje especial que nos conduce a lo simbólico, y de ahí a las imágenes que los plasman y a los mitos que los explican. [1]

En cuanto a los personajes de la obra tiene rasgos de la propia autora como Harry Potter que llevas gafas al igual que ella las llevaba cuando era niña, es un personaje tímido e inseguro. El lenguaje es un lenguaje que se adentra en el ser humano aunque se trate de un ser que no es de este mundo como un hobbit o un elfo. Harry es un personaje que se da cuenta de que no encaja en el mundo que conoce y será a través de la magia donde poco a poco irá encontrando su lugar y se irá descubriendo a sí mismo.


            También, podemos darnos cuenta de que en la obra hay numerosos aspectos de simbología. El primero lo podemos encontrar en la cicatriz que tiene Harry en su frente que se enciende cuando está ante un peligro y que también le protege. La familia con la que vive, los Dudley, ya que sus padres murieron, son Muggles, es decir, no mágicos. Reconocen la magia que posee Harry pero a la vez se asustan de él y le repudian a cada instante. Son la típica familia ordinaria al estilo de las novelas de Roald Dahl. Además Harry vive debajo de una escalera, lo cual hace posible que la autora leyera a Buero Vallejo. Ya en el mundo mágico existen los partidos de Quidditch, es decir, hockey que se juega en escobas voladoras dentro del colegio de magia en Hogwarts.



José Luis Caramés Lages y Natalia Menéndez Rodríguez añaden que:
Las novelas de Harry Potter repiten sus motivos mágicos como pertenecientes al mundo mágico que guarda relación con el folklore y con algunos cuentos y el mundo de los mitos. Se parecerá aquí a lo que también logra hacer J.R.R.Tolkien en el Señor de los Anillos aunque, posiblemente, la idea de la negociación y de la transmisión son diferentes a las del medievalista de Oxford. […] Dentro de la simbología de Harry Potter aparecerá el mundo de las runas. Ya en la cicatriz que tiene Harry y en su forma se puede ver el signo celta llamado Sowilo, que representa el rayo de sol y que proviene del lado femenino. Es una cicatriz que se ilumina como si fuese un pequeño faro, especialmente cuando Harry siente la presencia del poder del brujo negro, Voldemort. Es una runa positiva, protectora, tendente a la iluminación. Su símbolo es la luz y siempre aclarará las tinieblas y combatirá a Voldemort como Maestro de las Tinieblas que parece ser. […] también tenemos el bosque prohibido, que posee un aspecto terrorífico y donde seguro se guardan los secretos y los recuerdos más oscuros. Aquí aparecerá la pregunta hecha en los libros de Potter, ¿los animales son buenos o malos? Los animales y las criaturas mágicas aparecen como personificaciones de la monstruosidad humana. Serán personajes de tradición judeo-cristiana que representan lados oscuros del ser humano. […][2]
La magia se ha recuperado en nuestra época para representar a héroes que vuelan y que luchan por la justicia, al igual que lo hacían los hobbits de Tolkien, los amigos de Harry al estilo de los guerreros troyanos samuráis consiguen hacer justicia.




[1] José Luis Caramés Lage y Natalia Menéndez Rodríguez, “Joanne Kathleen Rowling (1965-) y el fenómeno de Harry Potter” en www.liceus.com, pág. 5.
[2] Ibidem, pág. 10.

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