La situación de la mujer en la antigua Grecia
La situación de la mujer en la antigua Grecia era muy
limitada ya que no podía disfrutar de ningún derecho político ni jurídico, no
podía participar en esos temas. Siempre estaba a cargo del hombre de la casa ya
fuera su padre, su hermano o sus hijos, o si era la única descendiente, su
padre la casaba con el pariente más cercano. Era la encargada de continuar
dando hijos legítimos para asegurar el linaje. Las niñas solían ser abandonadas
antes que los niños, si una niña nacía en una familia que no tenía demasiada
economía era abandonada a su suerte en una vasija y otra familia se encargaba
de ella, esto ocurría menos en el caso de los niños.
Las niñas crecían alrededor de las mujeres de la familia,
ellas les enseñaban las labores del hogar, a hilar la lana y quizá a leer y a
escribir. No estaba prohibido que las mujeres aprendieran pero no iban a la
escuela como los demás niños. Era muy
raro que las mujeres asistieran a la academia de Platón.
Con respecto a la soltería estaba mal vista, no había
matrimonios por amor, todos se concertaban para asegurar la seguridad de seguir
viviendo acomodadamente. La edad legal para el matrimonio era los 12 años para
las niñas y los 15 para los niños, aunque en realidad solían casar a las
muchachas con 15 años con hombres de 30 años.
El día de la boda la novia viste una túnica blanca y
lleva velo. Se celebraba en casa del padre de la novia y se hacían rituales
tipo quemar el eje del carro donde habían llegado, la suegra derramaba flores,
dátiles y nueces sobre la novia y después comían una torta redonda de miel y
sésamo, lo que es hoy en día conocido como la luna de miel.
En ese momento el padre de la novia daba la dote y los
novios se iban a vivir juntos, ella se encargaba de las labores del hogar y de
la lana que es el símbolo de la mujer.
Platón opinaba que si la mujer recibiera una educación
similar a la del hombre podría igualmente participar en asuntos de estado.
Las mujeres siempre permanecían en casa, no podían
asistir a las visitas que recibía el marido o incluso si ella quería recibir
visitas de sus amistades tenía que tener un buen pretexto ya que estaba mal
visto. Sólo podían salir en las fiestas religiosas.
No había demasiada comunicación entre los esposos y el
marido solía recurrir a las heteras (prostitutas). Las heteras tenían algo más
de libertad, vivían en la casa con la familia de los esposos y demás esclavos y
no se casaban, los hijos que tenían eran ilegítimos. Eran mujeres cultivadas y
modernas, ellas podían realizar todo lo que no se les permitía a las esposas.
A partir de la época helenística, la mujer vivió una gran
evolución ya que podía participar en lo jurídico y también comprar, vender o
dirigirse a los tribunales sin acompañamiento de un varón y podía intervenir en
la elección de sus hijos.
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