El romanticismo español
El
romanticismo es la antítesis del neoclasicismo. Se dieron tres tipos de novela:
la novela histórica donde se habla de templarios, los caballeros de la mesa
redonda, etc. La novela de folletín que era por entregas y la novela gótica que
era de terror. Había mucho subjetivismo, en las obras se viajaba a una época
antigua y el “yo” era lo más importante. Hay una especie de rebeldía. En lo
político surge la invasión de los franceses con la llegada de José Bonaparte,
al que se le llamó Pepe Botella. Después llega Fernando VII “el deseado”, se
lucha contra los liberales de distinta generación, la segunda vuelta del
exilio, ruptura y vuelta al sentimiento de nada de normas y rebeldía. En lo
social, hay un inconformismo en las clases populares, se manifiesta el
descontento y empieza a reivindicarse el voto a la mujer, la mujer se disfraza
de hombre y escribe con pseudónimos de nombres de hombre, la mujer quiere
incorporarse a la sociedad. En lo artístico hay varias acciones, muchos
personajes, lugares, mezcla de nobles y plebeyos, paisajes, suicidios, escenas
góticas, espectros, cementerios, lugares lúgubres, el claroscuro, escenas de
terror, melancolía, tristeza…
Quieren
que el espectador imagine, sufra, sueñe y se identifique con los sentimientos
de los personajes de las obras. Van surgiendo los periódicos donde se
encuentran manifiestos y reflexiones sobre la sociedad.
En
la literatura aparecen templarios, castillos medievales, calabozos, el
contemplar una calavera, guerras en la Edad Media, órdenes religiosas como la
orden de los templarios, mujeres locas, espectros, duendes, enterramientos de
gente viva por error…
Espronceda
destaca en la poesía con El estudiante de
Salamanca y El diablo mundo.
El estudiante de
Salamanca es un cuento fantástico, cuenta la
historia de un estudiante de Salamanca, una especie de Don Juan Tenorio, un
burlador. Es un tahúr (jugador de cartas), un pendenciero ya que le gustaba
pelearse con la gente, le gusta la mujer difícil, busca a la mujer casada, a la
monja y si busca a una mujer fácil es para ahogar las penas. La literatura está
llena de burladores, algunos se arrepienten, otros no. Se burla de la mujer que
corteja, no teme al porvenir ni al pasado.
En
El diablo mundo habla sobre el
destino del ser humano, la imagen del caballo volando en la pintura romántica
que simbolizaba al diablo que nos mira a todos. Después de una rápida condena
de cárcel sale a la calle, no distingue entre el bien y el mal. Cando sale de
la cárcel se junta con gente baja, se ve mucho el lenguaje de germanía, propio
de ladrones y maleantes, de los quinquis como: “gachona” que significa blanca,
dulce, amorosa; “de rompe y rasga” que significa un personaje que llegada a tal
situación es capaz de hacer lo que tenga que hacer; “de apostura maja” que
significa mirar con desdén, ponerse la manos en la cintura, el contoneo; “la
viuda” era la horca; “mojar” era apuñalar; “palmar”, “estirar la pata”, “irse
al otro barrio”, “criar malvas”, etc.
Con
respecto al teatro romántico tendrá una serie de características generales como
la mezcla de personajes nobles y plebeyos; la falta de veracidad como el hecho
de que uno se caiga de un edificio y viva; la historia como tema preferido; el
fatum, es decir, el destino trágico como en Don
Álvaro o la fuerza del sino; el misterio, el pasado de los personajes es
misterioso, hay suspense; utilización de patronímicos y eufónicos, es decir,
identificar el nombre que suena bien con el protagonista; personajes como los
bandoleros o bandidos que algunos son buenos y otros malos, normalmente son
malos y sanguinarios, suelen desaparecer en los trenes o van por caminos de
tierra, un bandolero fue famoso cerca de aquí fue Jaime el Barbudo que era de
Crevillente. Moros, cristianos, gitanos, verdugos (que iban siempre ocultos
para que nadie les reconociera, se encargaban de dar muerte a los reos y las
gente les temía); mujeres apasionantes, incestos, pasiones violentas, venganzas
terribles, pasiones adúlteras, venenos, el tema del suicidio.
En
el caso de la novela se empieza a dar en 1830 y podemos apreciar temas como los
hijos ilegítimos, huérfanos, persecuciones, personajes muy pobres o muy ricos
(no hay nivel intermedio al igual que las telenovelas que tenemos hoy en día), madres
solteras, venganzas terribles.
Hacia
el año 1850 el público lector de este tipo de novelas será más amplio, lo
leerán sobre todo mujeres, las cigarreras que eran obreras que trabajaban en
condiciones infrahumanas.
Con
respecto a los héroes de las novelas, siempre son buenos, tenían que
corresponder a un arquetipo de belleza, les rodeaba un halo de misterio, el
narrador siempre es omnisciente ya que conoce los sentimientos de los
personajes.
Es
importante distinguir entre la novela rosa o romántica y la novela de folletín;
en la novela rosa o de amor destaca Coríne Tellado, no hay compromiso político
ni social; en la novela de folletín sí hay reflexiones políticas,
anticlericales, etc.
La
novela gótica o de terror también tiene una serie de rasgos fundamentales como
puede ser lo fúnebre, lo sepulcral, el color negro que era el color de la
muerte, las personas de mirada tétrica, el suspende, el temor, el pedir
auxilio, personas miedosas que suelen ser las mujeres ya que se les da el papel
de débil frente al hombre que era el fuerte, no había punto medio; ruidos
misteriosos, la fantasía, los pasadizos secretos en una biblioteca.
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