El afrohispanoamericanismo en la literatura cubana
Fernando
Ortiz hablaba de la cultura afrohispanomericana en su Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar diciendo que la historia
de América Latina es la historia de sus transculturaciones. Hay un abrazo de
culturas, todos siempre tienen algo de ambos progenitores pero también es
distinta de cada uno de los dos. El título viene de “contrapunteo” la contraposición
de voces; “tabaco” el negro; “azúcar” el banco.
El
afrohispanoamericanismo trata la cuestión del negro de las islas del Caribe ya
que eran mestizos pero mulatos, los indígenas se habían extinguido y no tenía
sentido hacer indigenismo en esa zona. Se habla de toda el área caribeña pero
sobre todo de Cuba. Se trata de hablar de la cultura negra desde el negro de
aquí y de ahora, no hablar de un negro del pasado que vino de África y llegó a
América.
Los
temas que se dan dentro de esta literatura son el tema de la condición
transcultural, la condición de ser negro, el querer constituir una realidad,
hablar de la cultura como algo fundamental, enfrentarse al colonialismo y al
racismo, quieren reconciliar al negro consigo mismo.
Hay
una necesidad de contar lo negro como un universo cultural que está vivo y
legítimo, se da en un contexto multirracial y mulato, quieren combatir el gesto
contra ellos donde en todos los discursos se les ha considerado una cultura
menor o prohibida. La literatura afrohispanoamericana se encargará de defender su
cultura y sus rasgos étnicos. Se quiere conseguir la emancipación reivindicando
la resistencia de su cultura como ejemplo. De ese concepto vienen los primeros
textos de Alejo Carpentier que contribuye a buscar un lugar específico y crear
una serie de estrategias literarias que llegarán a convertirse en el llamado
realismo mágico y fue encarcelado por defender los derechos del negro en Cuba,
en la cárcel escribirá su obra ¡Écue-yamba-o!
A partir de ahí los discursos abordarán el lado mágico de la vida y los demás
escritores le seguirán hablando sobre temas y prácticas no europeas pero
dirigidas a un público europeo. Quiere hacer entender a la cultura europea la
mentalidad negra y la mentalidad blanca que conviven juntas en Cuba. Nos cuenta
el trabajo de los negros y sus creencias religiosas. Habla sobre las creencias
religiosas ancestrales que siguen resistiendo y están en la vida real como el ñañiguismo-abakuá,
el vudú, la santería, el candomblé y la capoeira.
El
ñañiguismo y la santería son producto de las creencias y la visión del mundo de
los esclavos de África que han traído a América que son las creencias de los
yorubas y lukumíes. La mayoría de los esclavos eran de Nigeria y eran yorubas,
el término lukumí era el nombre que se les dio al llegar al territorio
americano por el saludo que ellos siempre hacían “oh lukumí” que significa “oh
amigo mío”. Es una religión vigente, clandestina y perseguida hasta hace poco. Bajo
la apariencia de los cultos impuestos, es decir, de la religión cristiana y las
costumbres hispánicas, ellos siguen practicando sus creencias. Lo que hace
Carpentier es plasmar ese mundo en sus obras, dárnoslo a conocer y que lo
respetemos. No hay un mandamiento en la santería, lo que se quiere es
solucionar los problemas, no hay un reino de los cielos, el reino está en este
mundo, no hay dioses malos ni existe paraíso alguno, el paraíso ha de
conquistarse en este mundo y superar las dificultades que vengan. Los
antepasados son los que tienen la misión de proteger esa sociedad yoruba y
ofrecer la justicia social. Un ejemplo de esto es cuando rezaban a San
Cristóbal en realidad estaban rezando a Agayu(dios Orisha), es decir, que no
perdieron su cultura por completo, siempre queda algo.
El
ñañiguismo abakuá era una asociación donde se reunían los negros esclavos para
seguir practicando sus ritos religiosos, se reunían para protegerse los unos a
los otros, para practicar sus ritos y para hablar sobre las rebeliones que
tuvieran que hacer. El término “ñañiguismo” significa espíritu de leopardo, los
“iremes” son los sacerdotes, fueron agrupaciones que fueron perseguidas
violentamente por los prejuicios que se tenían, sus ritos eran considerados
prácticas diabólicas. Para ellos era más fácil condenar esa cultura que
entenderla, Carpentier busca con sus novelas que leamos quitándonos ese
prejuicios y que se terminen igualando las dos culturas, las dos creencias,
tanto la cultura cristiana, católica y blanca, como la cultura ñañigua,
santería y negra.
Esta muy bueno, aquí aparece todo lo que buscaba.
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