Edgar Allan Poe y la simbología de su obra

Toda la obra de Edgar Allan Poe está sumida tras la muerte de su esposa. A partir de entonces, intentará salir de su depresión con la ayuda del alcohol y otros estupefacientes. Su literatura no intenta cambiar el mundo sino mejorar al individuo, hace un ejercicio intrínseco buscando un camino de perfección.


Con el poema “The raven” (El cuervo) recuerda la muerte de su amada con los golpes de dolor que pronuncia el cuervo al clamar “nunca más”. Con el poema, el autor pretendía mantener un tono de melancólica belleza que volverá a repetir en “Ulalume”.


Con respecto a la narrativa, su obra se ha clasificado (entre otras clasificaciones) en dos grupos: obras de raciocinio y grotescas. En las de raciocinio se intenta resolver un problema utilizando la lógica mientras que en las grotescas el horror es fruto de la imaginación de los personajes. Un ejemplo de las de raciocinio o analíticas sería “El gato negro” y las grotescas o sintéticas podrían ser “Los crímenes de la calle Morgue”, “Ligeia” y “The Devil in the Belfry”.


La presencia de la muerte es constante en toda su obra y motivo recurrente. La muerte natural, por asesinado, accidental… que va obsesionando a los personajes que permanecen vivos. En palabras de José Antonio Gurpegui Palacios: “Les persigue con la insistencia de un “fantasma”, y el halo misterioso, enigmático, es el contrapunto a la espiritualidad y sensualidad que encontramos en los perfiles de los personajes femeninos. […] La muerte también adquiere una dimensión novedosa que trasciende la realidad de la desaparición física del difundo.”[1]
Para Poe los culpables siempre deben ser castigados. Si analizamos el cuento “Ligeia” nos encontramos con la muerte de su primera esposa que aparece en el cuerpo de la segunda esposa del protagonista que también muere. Atormentado por las muertes su mente empieza a turbarse por el opio consumido, de modo que lo que observa no se sabe si es real o producto de su drogadicción. Ligeia, con sus ojos negros representa a la perfección angelical y obedece al prototipo de bella femenina de la época con su piel morena. Mientras que su segunda esposa Lady Rowena Trevanion es rubia con ojos azules, no se parece en nada a Ligeia. Pero lo más importante con respecto a la relación entre ambas esposas es que el trato del protagonista es diferente con cada una de ellas, mientras que Ligeia dominaba el matrimonio, con Lady Rowena era él quien dominaba. Esta alteración se corresponde con la mente aturdida del narrador por vivir la muerte de Ligeia mientras vive la realidad del matrimonio con otra mujer. Con este tipo de cuentos, el autor hará que nos estemos moviendo constantemente entre el mundo de la realidad y el mundo de lo fantástico, sin saber, en ocasiones, en qué parte nos encontramos. En el caso de los cuentos de raciocinio nos encontramos con “El gato negro” que a la vez tiene concomitancia con “Ligeia” ya que en este cuento lo que nubla la conciencia del narrador es el alcohol, mientras que en “Ligeia” eran las drogas. En este cuento utiliza otro de sus temas recurrentes como es el emparedamiento, es decir, el enterrar a sus víctimas. Se vuelve a describir los ojos, en este caso del gato, al igual que describía los ojos de Ligeia. El horror que nunca termina es el que concluye la historia ya que ha perdido a su esposa o al gato. La tragedia termina con la condena a muerte que suele cumplirse al día siguiente de haber finalizado su relato.




[1] José AntonioGurpegui Palacios, “Edgar Allan Poe” en www.liceus.com

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