El origen de Drácula de Bram Stoker
Abraham Stoker (1847-1912) fue un novelista y escritor
irlandés. De niño, sufrió varias enfermedades que le hicieron guardar cama
mientras que su madre se dedicaba a contarle historias de miedo que le
influirían para la escritura de sus obras. Sus comienzos fueron escribiendo
relatos de terror para la revista Shamrock.
El tema del vampirismo ha llegado a ser tan famoso que se
ha convertido en un mito. Según Francesc LL. Cardona: “[…] las recomendaciones
de mis familiares mayores: <<No
atiendas la invitación de un desconocido>>, etc. No abras la puerta de tu
piso a nadie, si estás solo>>, etc…Porque entre otros peligros había el
de unos <<hombres malos>> que se llevaban a los niños para sacarles
la sangre y dársela a los tísicos (una enfermedad muy extendida entonces: la tuberculosis)
de clase acomodada.
Consciente o inconscientemente, este mórbido temor
popular, no dejaba de ser un real reflejo del mito del vampirismo.”[1]
Los antecedentes sangrientos que encontramos son los de
la sumeria Lilitu que los hebreos pasaron a llamala Lilith. Fue la primera
mujer de Adán y fue castigada por su maldad según se ha contado. Solía atacar a
los niños por la noche, sobre todo a los recién nacidos o a las mujeres que
iban a dar a luz y se alimentaba de ellos con su sangre. Era experta en temas
sexuales ya que atacaba a los hombres mientras dormían para que eyacularan
mientras que ella creaba monstruos con el semen.
También encontramos a Lamia proveniente de la mitología
clásica que salía por las noches a beber sangre de niños o de hombre a los que
seducía para después alimentarse de ellos.
Con respecto a la inspiración del personaje de Drácula,
según los estudiosos se cree que Stoker se inspiró en un personaje llamado Vlad
Tepes que nació en 1431 en Sighisoara (Transilvania) y cupo padre era Vlad II,
conocido como Drácul (diablo en rumano) que consiguió la corona de Valaquia
matando a su rival. El hijo de este Vlad Tepes III heredó el nombre y pasó a
llamarse “hijo del demonio”, es decir, “Drácula”, ya que en las guerras contra
los turcos (caída de Constantinopla) sacrificó a numerosos enemigos, también
fue llamado “el empalador”.
Más tarde, a finales del siglo XVII se encontraron unos
cadáveres en Meduegya (Serbia) que estaban llenos de sangre. Estos hechos se
repitieron en Serbia, Rusia, Hungría y Polonia. Gracias a esto, se contribuyó a
la creencia de que eran seres monstruosos que atacaban a personas o animales
para beber su sangre. A partir de ahí fueron denominados “vampiros”.
Se decía que los vampiros podían ser eso o también
convertirse en hombre lobo, perros o murciélagos. Tenían una relación con el
agua, su figura no se reflejaba en los espejos y tenían la peculiaridad de una
fuerte atracción por las mujeres. La ciencia de la época atribuyó esto a algún
tipo de contagio, parecido a la rabia de los perros que se contagia a través de
una mordedura. Otras enfermedades como la peste o la porfiria donde se
enterraba a las personas que creían muertas y luego no lo estaban y la gente de
la época se asustaban pensando que habían resucitado. Otras enfermedades como
la anemia, la esquizofrenia o la epilepsia están relacionadas con el
vampirismo.
Algunas de las obras en las que se vio influenciado fue
en el irlandés Sherida LeFanu ya que su personaje Carmilla manifestaba una
relación amorosa de lesbianismo con Laura donde se veía también la relación
vampira /víctima que llegaba al clímax en el acto sexual.
En 1890 en la biblioteca de Whitby, en Jorkshire encontró
un libro de Willian Wilkonson sobre Transilvania y los Cárpatos donde había un
relato de un personaje llamado Drácula.
Por lo tanto, el autor recogió todo esto para su obra
además de que se ve influenciada su propia vida en la obra ya que se refleja la
hipocresía y las creencias de la gente de su época.
La historia de Drácula ha sido llevada al cine y a la
televisión en numerosas ocasiones. Cabe destacar la versión cinematográfica en
Francis Ford Coppola en 1992 con protagonistas como Anthoyny Hopkins y Gary
Oldman.
También destaca la serie de televisión dirigida por
Jonathan Rhys Meyers contando con él mismo como protagonista.
Finalizando con las palabras de Cardona: “Se trata de un
sujeto elegante ataviado con traje de etiqueta que opera con nocturnidad, en el
espacio propio del amor erótico. Penetra sus caninos fálicos en la carne de la
doncella virgen y la desflora haciendo manar su sangre. Cae entonces en un
letargo portorgásmico, pero pasado éste, desea de nuevo ser succionada por su
extraño compañero, hasta el punto de retirar todo tipo de objetos protectores:
ajos, crucifijos[…] El personaje creado por Stoker es la tentación, todos los
deseos y anhelos reprimidos que anidan en el subconsciente humano y que Drácula
puede expresar libremente en su reino de las sombras. [2]
La historia se desarrolla mediante los diarios que
escribe cada uno de sus personajes (menos Drácula). El autor conocía bien las
supersticiones de la época y ofrece una serie de rasgos del vampirismo como
puede ser el hecho de provocar tormentas; obediencia de animales como ratas,
moscas, arañas, murciélagos, lobos y zorros; control mental; fuerza
sobrehumana; capacidad de transformarse en animal; por el día pierde poder, le
hace débil pero puede salir a la calle por poco tiempo; duerme en un ataúd lleno
de tierra; bebe sangre humana a través de la mordedura de cuello y convierte en
vampiros a los que beban su sangre; se les puede detener con objetos sagrados
como crucifijos, flores de ajo, objetos sagrados y agua bendita; para matarles
hay que clavar una estaca en el corazón o decapitarles.
Con respecto a los lugares en los que se ambienta la obra
son: Viena, Budapest, los Cárpatos, Kolozsvár (capital de Transilvania),
Bristrita (cerca al castillo del conde), Desfiladero del Borgo (sitio real
donde Stoker sitúa el castillo), Whitby, el Bósforo, los Dardanelos, mar
mediterráneo, estrecho de Gibraltar, océano atlántico, golfo de Vizcaya, canal
de la mancha, Londres, Exeter (Inglaterra) y Varna (Bulgaria).
Con respecto a series de televisión destacan: The vampire diaries, The originals y Dracula con Jonathan Rhys Meyers.
Una película reciente sobre los orígenes de Drácula es la
de Drácula. La leyenda jamás contada de
Gary Shore con Luke Evans, Sarah Gadon y Dominic Cooper.
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