Conferencia Sor Juana Inés de la Cruz

La última de las conferencias pronunciada por Beatriz Aracil, profesora de la Universidad de Alicante, trata la obra de Sor Juana. En el siglo XX se recuperará su obra y tendremos una proliferación enorme de bibliografía. Esta conferencia trata de vincular a Sor Juana con el poder.

San Jerónimo (patrón de los traductores) dijo de ella: “De cuantos trabajos me tomé, cuantas dificultades hube de sufrir, cuántas veces desesperé y cuántas otras desistí y empecé de nuevo, por el empeño de aprender, testigo es mi conciencia”.

Le interesaba el saber que estaba en la corte virreinal. Muy joven fue enviada a la corte para asistir a la marquesa de Mancera, la nueva virreina. Ahí está el inicio de sus tertulias literarias, sus composiciones poéticas y el mecenazgo por parte de los virreyes. En 1664 es el año de inicio de producción poética. Probablemente empezaría a escribir antes. Los textos están vinculados a la corte, al poder. Lo primero que encontramos de ella es el “Soneto a la muerte del Señor Rey Felipe IV”, es un soneto de iniciación, tenía 18 años. La corte virreinal es una continuación de la corte de España. Lo que ocurre en España interesa en la corte virreinal también.

Empieza a surgir el mito de Juana de Asbaje, se va convirtiendo en famosa por su belleza y por su inteligencia. Era excepcional que una mujer escribiera poesía y lo hiciera bien.

En la comedia Los empeños de una casa en un paisaje le explica a su amiga quién era. Se observa a sí misma, se pregunta qué ven los demás de mí. Ella no es un ser extraordinario, hace un esfuerzo personal al igual que otros sabios.

En los momentos en que ella se encuentra más favorecida ingresa a monja.

En la Respuesta a Sor Filotea habla de influencias, personas doctas que la influyen hacia su decisión, sobre todo su confesor, Antonio Núñez de Miranda. Tiene absoluto rechazo al matrimonio, quiere estar sola para poder dedicarse al estudio. El convento para ella es una solución. En el convento de San Jerónimo, las celdas eran bastante amplias y en la suya tenía una biblioteca de unos 1500 libros. Los virreyes y los intelectuales se acercaban al convento y ella seguía en contacto con la élite. Escribió poesía amorosa, religiosa, teatro…

En 1663 el Duque de Veragua, el nuevo virrey morirá enseguida. Sor Juana le escribirá sonetos fúnebres. Escribe también un soneto a la marquesa de Mancera por su muerte ya que fue su mecenas, fue como su madre. Inserta tópicos literarios y mitológicos.

En 1680 es la llegada de los marqueses de la laguna. Compone a la vez que Sigüenza y Góngora su Neptuno alegórico. Aquí vemos la conciencia de la sociedad criolla que se está formando. Buscará modelos prehispánicos hasta Cuahutemoc. Su escritura es por la imposición de otros, en realidad es una falsa modestia. Habla de la incapacidad de la mujer para la escritura, sigue con esa falsa modestia. Esto va a ser una constante en ella. María Luisa de Manrique, condesa de Paredes, con la que hará una gran amistad y publicará en España la primera parte de sus obras. Utilizará el nombre de “Lisi” para la Condesa de Paredes, es un nombre amoroso. La beldad será lo que caractericen los poemas que Sor Juana le dedique a Lisi. Se ha interpretado por un amor físico lesbiano, otros piensan que son poemas de amor idealizado. Lo cierto es que la relación estrecha está. Después volverá al tema del poder, su escritura está siempre vinculada al poder. Sus obras se están representando tanto en España como en América.

En 1686 finaliza el virreinato de la Laguna. Escribe Inundación castálida, fuente Castalia, la fuente de la sabiduría. Habla de sus “borrones”, idea que utilizará siempre, la escritura siempre se puede mejorar y pulir. La escritura está en constante cambio. Toda la obra es un homenaje a “Lisi”, a la que ama con un amor puro. Comenzaron a surgir problemas por ampliar tanto el ámbito literario. En 1690 se publica la Carta atenagórica, dedicada a Sor Filotea de la Cruz, que era el obispo de Puebla. La llama “atenagórica” porque es digna de la sabiduría de Atenas. No se escribió para publicar el texto, lo publicó Fernández de Santa Cruz a mala idea por rebatirle por la mayor fineza que había hecho Cristo por nosotros. Aguiar atacará a Sor Juana porque está en contra de las mujeres. Por la disputa, su confesor deja a un lado a Sor Juana y ella se queda sin apoyo. Ella no tiene a nadie de su parte, dos años más tarde, renuncia a las letras y dona su biblioteca a Aguiar.

En 1691 aparece la Respuesta a Sor Filotea donde Sor Juana escribe defendiéndose. Como igual a él, ella pide algo a cambio de que le haya publicado el texto. Sabiduría sí, vanidad no. No quiere que se convierta en eso. Ella va a tener que explicar por qué siendo monja no va a escribir sobre temas religiosos. Le pide que escriba una vida de monja ejemplar, ella es consciente de que no lo ha hecho. No espera el favor por su parte, ya que él ha llevado a la imprenta sus “borrones”. Hasta aquí parece que va a hacer lo que él le pide. Dice que es indigna para escribir textos religiosos. Por un lago dice que ella escribe por obligación, pero su inclinación a las letras es natural. Con 3 años piensa que por querer aprender la va a azotar. Ella no sigue las normas, lo establecido. Quiere vestirse de hombre para poder ir a la universidad. Sabe que el acceso al saber es masculino. Capacidad de sacrifico, el estudio cuesta. Se corta el pelo, la belleza, ella valora más la inteligencia que la belleza. Quiere llegar a lo más lejos que es la teología, pero antes tiene que conocer los saberes intermedios. Le preocupa las críticas de los que la aman. Dice que la cocina también puede ser un espacio de sabiduría, defiende el espacio de las mujeres. No sabe si las críticas son por la Carta atenagórica, por no escribir teología o por ser mujer. Hay una aparente humildad pero también una defensa de sí misma. Dice que este texto no va a ser una de tantas vidas de monjas que han escrito ellas y que él ha publicado. Ella lo va a publicar con su firma.

Tras su muerte, 5 años después provocará que su escritura sirva para que muchas mujeres se animen a escribir. Muchas mujeres van a ir reconociendo el ingenio de Sor Juana.