Informe de lectura: Doña Bárbara de Rómulo Gallegos

Me dispongo a comentar  y a elaborar un informe de lectura acerca de la novela de Rómulo Gallegos titulada Doña Bárbara escrita en 1929, una época en la que acontece la llamada decadencia de Occidente ya que existe una realidad pesimista por la revolución mexicana en primer lugar, después por la primera guerra mundial y la posguerra amarga, la revolución soviética, los felices (y sombríos) años 20, la llegada del fascismo en Italia y el nazismo en Alemania, el “crack” del 29, la guerra civil española y por último, la segunda guerra mundial.


El fatalismo geográfico de los años 10 a los años 20 fue lo que movió al autor a escribir su obra, de ahí se origina la relación entre hombre / paisaje y la dualidad entre los opuestos civilización / barbarie. Él entiende esa barbarie de manera positiva y esto se refleja en el comportamiento de Santos Luzardo al dejar su vida en la ciudad y sus ideales de justicia ya que él era abogado y llegar al campo e intentar buscar la justicia por su mano saltándose las leyes establecidas.
El mismo autor desvela las claves de la novela, la llanura puede ser bella y terrible al mismo tiempo, al hablarle de esa Doña se da cuenta de que ya tenía novela:
“Ahora le observa de soslayo y se pregunta mentalmente: ¿qué se propondrá este individuo? Para tenderme una celada ,si es que a eso lo han mandado, ya se le han presentado oportunidades. Porque juraría que éste pertenece a la pandilla de El Miedo. Ya vamos a saberlo. […] –Dígame, patrón: ¿conoce usted a esa famosa doña Bárbara de quien tantas cosas se cuentan en Apure?”[1]
La llanura venezolana descrita en la novela existe en la realidad y los personajes simbolizarán esto.
El objetivo de Gallegos en esta novela es un intento por reconciliar la civilización con la barbarie.
Para escribir esta obra se basa en la leyenda de la llorona  que se trata de una leyenda de los orígenes, relata las relaciones entre una mujer india y un hombre blanco que iba en busca de la fuente de la juventud, ella es seducida por él pero él la viola y fruto de esa violación nacerá un hijo al cual ella matará. Presa del remordimiento, esta mujer se convierte en la encarnación de la naturaleza,  llorando vaga por la selva del amazonas, ella es la propia naturaleza violada por la civilización. La llorona se venga en la figura de todo hombre que haya sido infiel, en la novela, Doña Bárbara presa de abusos se venga de los hombres. Doña Bárbara es una mujer enamorada de Asdrúbal la cual será violada por unos hombres sanguinarios que también matarán a su amado Asdrúbal. Desde esos omentos, presa del odio se venga de esos abusos con todos los hombres que encuentra.
Por su parte, Santos Luzardo es  un abogado que vive en la ciudad y que llegará a la sabana del Apure para poner en orden el rancho de su familia que tenía allí, una vez allí le hablan de una mujer que domina todo lo que encuentra y que algunos peones suyos han ido a parar a su hacienda a trabajar con ella, él a enterarse de esto quiere poner orden y recuperar lo que es suyo. Doña Bárbara tiene una hija, Marisela, con Lorenzo Barquero, ella la dejará al completo abandono, no la matará como hizo la llorona. Santos Luzardo se enamorará de ella y decidirá cultivarla, enseñarla para sacar lo mejor de ella, estos personajes son alegorías, personificaciones, Marisela representará el producto del llano, la alegoría de la nación deseada.


 Para sintetizar los grandes temas que trata Gallegos en su novela, he de comenzar hablando sobre la tierra, desde el  primer momento el autor nos dice donde se encuentra lo que está contando:
“Un sol cegante, de mediodía llanero, centellea en las aguas amarillas del Arauca […] las calcetas del cajón del Apure, -pequeñas sabanas rodeadas de chaparrales y palmares -, y, a la izquierda,  los bancos del vasto cajón del Arauca”.[2]
Nos encontramos en la sabana del Apure, región del Arauca, de Venezuela, este paisaje es real, no es un paisaje ficticio que el autor se haya querido inventar.


Al mismo tiempo, se trata el tema de las creencias supersticiosas de Doña Bárbara que son fruto de la tradición venezolana:
[…] porque también es faculta en brujerías. Y si es con el enemigo, no se le agua el ojo para mandar a quitarse de por delante a quien se le atraviese y para eso tiene al Brujeador”.[3]
“En cuanto a la conseja de sus poderes de hechicería, no todo era tampoco invención de la fantasía llanera. Ella se creía realmente asistida de potencias sobrenaturales y a menudo hablaba de un Socio que le había librado de la muerte, una noche, encendiéndole la vela para que se despertara, a tiempo que penetraba en su habitación un peón pagado para asesinarla”.[4]
Doña Bárbara utiliza hechizos para conseguir sus propósitos como también para conquistar a Santos Luzardo.


Merece la pena subrayar, el tema de civilización /barbarie que aparece a lo largo de toda la obra, la cual representan los antagonistas Santos Luzardo como ejemplo de la civilización y Doña Bárbara como ejemplo de la barbarie:
[…] puesto que Doña Bárbara no era sino uno de tantos; a luchar contra la Naturaleza, contra la insalubridad que estaba aniquilando la raza llanera, contra la inundación y la sequía que se disputan la tierra todo el año, contra el desierto que no deja penetrar la civilización. […] Para llevar a cabo todo eso se requiere algo más que la voluntad de un hombre, ¿de qué serviría acabar con el cacicazgo de Doña Bárbara en el Arauca? Reaparecería más allá bajo otro nombre. Lo que urge es modificar las circunstancias que producen estos males: poblar. Mas para poblar: sanear primero, y para sanear: poblar antes. ¡Un círculo vicioso!.[5]
Este ejemplo que acabo de mencionar es el vivo ejemplo de lo que se pretende conseguir tanto en la obra como en la vida real, en la realidad venezolana de esta época.



            Con respecto  a la filosofía de aquella época:
El desvío hacia lo natural como disidencia del cosmopolitismo modernista fue un fenómeno de época entre cuyas causas puede señalarse, además del agotamiento de los códigos estéticos heredados, nuevas circunstancias y necesidades espirituales que buscaban nuevos modos de expresión. Entre ellas resulta especialmente significativa la crisis espiritual dominante tras la primera guerra mundial, con la que el conflicto bélico arrasó también la conciencia moral de Europa.”[6]
Esto significa que en la época se busca llegar a lo natural, la herencia de la literatura está agotada, se tienen que buscar nuevos cauces, una literatura propia que se identifique  con su modo de vida, las circunstancias en las que están viviendo, por lo tanto, Rómulo Gallegos busca en la tierra lo natural con una nueva expresión propia que la hace diferente de la literatura universal y a la vez intenta salir de ese “fatum” en el
que vive la sociedad del momento.
 “Estas líneas de Guerra son elocuentes como punto de partida para establecer aquí el sistema ideológico-verbal del que derivó la pareja conceptual para diseminar su fuerza destructora y racista en contra de los indígenas de América.(5) En el fondo, el recurso consistió en formar dos grandes familias de palabras antagónicas que se aplicaron sin más para calificar gentes y situaciones según se las quisiera exaltar o estigmatizar. Así, por un lado, civilización fue el concepto líder que sirvió para englobar en torno a él toda una familia de vocablos, un campo semántico acotado que, de suyo, le pasó a pertenecer por asociación repetitiva. En ese campo, invariablemente, se hallaban términos consabidamente considerados positivos tales como Europa, ciudad, espíritu, luz, racionalidad, sabiduría, amor, día, belleza, cristianismo, blanco, bueno, sano, limpio, progreso, etc. Y , como es obvio, barbarie fue el otro concepto líder que a su vez englobó a otra familia de términos, esta vez consabidamente considerados negativos, que se le anexaron también por asociación repetitiva. Los más conocidos fueron: América, campo, cuerpo, oscuridad, instinto, ignorancia, odio, noche, tinieblas, fealdad, paganismo, negro, malo, enfermo, sucio, atraso, etc. Desde ya se puede ver, según se hizo notar arriba, una cuestión de la mayor importancia. Se trata de que la idea de civilización también, desde el comienzo, quedó asociada a cristianismo, al punto de que, como se señaló antes, desde cierto momento fueron términos intercambiables y no se concebía una sin el otro. De esa manera fue difícil distanciarse del catolicismo para algunos teóricos del periodo romántico-liberal, al cual necesariamente relacionaron con una España que detestaban por considerarla atrasada y retrógrada, mientras que el protestantismo europeo les resultaba más apropiado para programar el desarrollo de Latinoamerica. Es probable que haya sido esa misma connotación negativa asociada al catolicismo y a España lo que contribuyó a que en EE.UU. las iglesias protestantes que se distribuían el quehacer misionero entre los pueblos indígenas, hayan mantenido un invariable rechazo y cerrada hostilidad hacia las misiones católicas y hacia cualquiera que hiciese su gestión apostólica entre ellos. Como dice en otra parte Guillermo Guerra, la obra más importante de Sarmiento fue Facundo. Civilización y Barbarie, de 1845. En ella la barbarie la representan no sólo el indígena, sino también el gaucho político Facundo Quiroga, mano derecha del odiado dictador Juan Manuel de Rosas, además de los gauchos de las tierras del interior, los criollos y todo lo que representara a España. En consecuencia, en este libro Sarmiento desarrolla -con la fuerza y pasión que lo caracteriza- su postura pro europea y abiertamente crítica de lo que era propiamente americano. Para él, América sólo tendrá valor si adopta los modos y los valores europeos y si adopta una política de inmigración que permita traer colonos desde allí, igual como lo hace EE.UU. Una de las razones por las que Sarmiento desata su odio contra Rosas se halla en Facundo; porque el dictador se opone a la colonización europea.”[7]
Este párrafo resume la filosofía de la época como hizo Oswarld Spengler, y  estos escritores quieren formar una pareja antagónica, es decir, contraria, mientras que la civilización era lo bueno, un mundo blanco, de paz por el contrario la barbarie, era lo feo, lo malo, lo que predominaba el color indio, y de lo que se trata en este tipo de novelas de la tierra es buscar la reconciliación entre estos dos antagónicos de civilización y barbarie ya que estos dos mundos se pueden reconciliar y convivir, la verdadera paz está en juntar lo blanco, con lo indico y  lo bello con lo llamado equivocadamente feo.
 En comparación con La vorágine de José Eustasio Rivera, otra novela de época, trata aspectos importantes que podemos comparar con Doña Bárbara:
  “ La vorágine se basa en dos temas bien definidos: en la primera parte, Rivera, a más de describirnos las costumbres de nuestros llaneros orientales y sus faenas campesinas, denuncia el soborno a las autoridades de Casanare y el odioso enganche que todavía en 1923 hacían en esas regiones los explotadores de caucherías.
 Las dos partes restantes de la obra se refieren a la selva inhumana y trágica que conocieron los indios y trabajadores sometidos por la Casa Arana, por El Cayeno en las barracas de Guaracú y por el empresario Pezil en las gomeras de El Naranjal. Todos estos hechos son históricos, como luego veremos.
 Gallegos explota en su novela las costumbres típicas del Arauca venezolano, víctima del sangriento cacicazgo de doña Bárbara, quien, capitaneando una banda de forajidos, demarca los linderos de los hatos como mejor le place y mata llaneros sin escrúpulo alguno con la complicidad de las autoridades de San Fernando, que han sido supeditadas por la terrible mujerona.”[8]
 En conclusión,  estas novelas son la reproducción de la dialéctica entre campo y ciudad y adquieren nuevos significados. Los modos de vida occidentales ocupan el espacio de la urbs y son portadores de valores que hay que conservar. Buscan un antídoto frente a la Europa urbana, industrial y depredadora, buscan un intento para documentar exhaustivamente una realidad física y social para revelar lo transcendente y lo ejemplar.


Para acabar, he de decir que cada personaje es la personificación de un ideal, es decir, Doña Bárbara representa la naturaleza, el mito y la historia; por otro lado, Santos Luzardo, como antagonista de Doña Bárbara representa el deseo del progreso, además Marisela representa ese producto del llano, la alegoría de la nación deseada; el malvado Mr. Danger representa la amenaza imperialista y depredadora; Lorenzo Barquero simboliza la civilización devorada por la barbarie, y por último lugar, la propia naturaleza está representada en la sabana venezolana que aquí se narra. Es decir, lo que se pretende es lanzar mensajes sobre cuál es la realidad política y social, al final de la novela vemos como vence la civilización sobre la barbarie cuando Doña Bárbara se diluye, tiene la cualidad de evanescente y vuelve a fundirse con ese campo, con el llano venezolano y deja que ocupen el lugar Santos y Marisela.

 BIBLIOGRAFÍA

-GALLEGOS, Rómulo, Doña Bárbara, Madrid, Cátedra, 2010.
- Diccionario de la Real Academia Española, Madrid, vigésimo segundo edición,  2001.
-MATAIX AZUAR, Remedios,  “Novelas y cuentos de la tierra” en www.liceus.com
- DE LA BARRA A. Luis, “La pareja conceptual civilización-barbarie: norte y Sudamérica. La novela indigenista de Lautaro Yankas”, Universidad de la frontera, Temuco, Chile.
-AÑEZ, Jorge, “La vorágine y Doña Bárbara”, De La vorágine a Doña Bárbara, Bogotá, Imprenta del departamento, 1944, págs.17-58.
-ARCAY, Luis Augusto, Rómulo Gallegos, imagen y trayectoria de su obra, Madid, Separata, 1978.
-URDAPILLETA, Marco A., “Doña Bárbara una lectura del discurso de la barbarie”americana, Contribuciones desde Coatepec, julio-diciembre, número 003,  Universidad autónoma del estado de México, Toluca, México, págs. 46-47.
-OSORIO, Luis Enrique, Doña Bárbara ante la crítica.





[1] GALLEGOS, Rómulo, “Capítulo 1¿con quién vamos?” en Doña Bárbara, Madrid, Cátedra, 2010, págs. 121.
[2] GALLEGOS, Rómulo, “Capítulo 1 ¿Con quién vamos?” en  Doña Bárbara, Madrid, Cátedra, 2010,págs. 118.
[3] GALLEGOS, Rómulo, “Capítulo 1 ¿Con quién vamos?” en Doña Bárbara, Madrid, Cátedra, 2010, págs.124.
[4] GALLEGOS, Rómulo, “Capítulo 2 El descendiente del Cunavichero” en Doña Bárbara, Madrid, Cátedra, 2010, págs.153.
[5] GALLEGOS, Rómulo, “Capítulo 2 El descendiente del Cunavichero” en Doña Bárbara, Madrid, Cátedra, 2010, págs.139.
[6] MATAIX AZUAR, Remedios, “Novelas y cuentos de la tierra”, en www. Liceus.com
[7] DE LA BARRA A. Luis, “La pareja conceptual civilización-barbarie: norte y sudamérica. La novela indigenista de Latauro Yankas, Universidad de  la frontera, Temuco, Chile.
[8] AÑEZ, Jorge, “La Vorágine y Doña Bárbara”, De De La vorágine a Doña Bárbara,  Bogotá, Imprenta del Departamento, 1944. págs. 17-58.

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