Lengua de Signos
Para comenzar, voy a hablar acerca de la lengua de
signos española (LSE) ya que ésta es muy útil en
nuestro siglo ya que el 93 % ,dicho por los expertos, de la comunicación es no verbal y esta lengua de
signos es primordial para poder
entendernos unos a otros aunque una persona sea sorda, con el lenguaje de
signos todo
el mundo o casi todo el mundo puede comprenderse.
En el artículo de “La
situación social y jurídica de la lengua de señas española” de Joaquín Rodrigo López,
Habiba Boukherrouba y Francisco Gimeno Menéndez
tratan una serie de puntos sobre la lengua de signos.
Lo primero que podemos sacar es que dicha lengua
de signos es el desafío fundamental de nuestro siglo para la globalización, en segundo
lugar que se caracteriza por una diglosia amplia en la que la variedad oral implica un
desplazamiento lingüístico, en tercer lugar podemos añadir que la lengua de signos ha de
superar barreras comunicativas para que las personas sordas puedan participar en la
vida social, en cuarto lugar se trata de normalizar y superar por fin dichas barreras,
en quinto lugar se trata de fomentar ese buen uso de la lenguas de signos, en sexto lugar
hacer más accesible los medios audiovisuales, en séptimo lugar planean una serie de
competencias y destrezas para la educación y la interpretación jurídica y por último
lugar debe contar con una serie de instituciones que ayuden a la gestión de la normalización
de la lengua de signos.
Para ejemplificar, podemos
decir que existen una serie de variaciones del registro en LSE.
Esto quiere decir que no solo hay un único código de lengua de signos, sino
que hay varios registro en los que nos podemos encontrar, un estilo formal y otro
estilo que es utilizado por los sordos postlocutivos.
Esto quiere decir que la lengua es de relativa importancia pero que a
través de nuestra cultura, hábitos y costumbres podemos ir más allá de la comunicación verbal
y pasar a la comunicación no verbal ya que este es otro modo de ver el lenguaje y que
es tan válido como el primero, por ello, la lengua de signos es de vital
importancia.
Es decir, que el sordo no solamente dirige sus signos con las manos sino
que también realiza dichos signos con las manos a la vez que mueve la boca por lo
tanto, tiene que haber diversos tipos de componentes para este lenguaje de signos como bien
explica Rodríguez González.
En conclusión, la lengua de signos española es imprescindible para poder
comunicarnos con todas aquellas personas sordas que también necesitan comunicarse de
alguna manera e integrarse en la sociedad y
para ello han de tener un código, un tipo de lenguaje para poder expresarse a la vez que los demás seres humanos también
lo hacemos, además de esto, es muy importante que estas personas se puedan
integrar en la vida social y a la hora de buscar un empleo, es decir, que contraten a las
personas sordas ya que gracias a ellos podemos aprender un tipo de lengua que va a ser
fundamental para el siglo XXI y para la globalización.
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CHAPA BAIXAULI,
Carmen, La variación del registro en
lengua de signos española, Fundación Fesord, 2001
-
SERRANO, Sebastiá, Signos, lengua y
cultura, Barcelona, Anagrama, 1980.
-
RODRÍGUEZ
GONZÁLEZ, María Ángeles, Lenguaje de
signos, Madrid, 1992.
-
Diccionario
de la Real Academia
Española, vigésimo segunda edición, Madrid,
2001.
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