¿Cómo ser profesor/a y querer seguir siéndolo?
Hoy pretendo hablar sobre un libro que me parece muy interesante. ¿Cómo ser profesor/a y querer seguir siéndolo? de Encina Alonso.
Se
trata de un libro didáctico en el que el lector puede prepararse para ser
profesor del español como lengua extranjera; da consejos para el primer día de
clase sobre cómo tratar a los alumnos, admirar si es un grupo tímido o por el
contrario si es un grupo activo para saber si realizar muchas preguntas, si son
participativos o no, preguntarse a sí mismo como le gustaría que fuera el
profesor de lengua extranjera, asumir las dificultades para aprender un idioma
nuevo y enfrentarlas, etc.
A
continuación, comenta el tema de las aulas,
que han de ser cómodas ,con una temperatura adecuada para que el alumno
no sienta frío ni calor y pueda concentrarse mejor. Las paredes pueden ser
decoradas como elemento mnemotécnico para recordar y ayudar a memorizar al
alumno. Utilizar el suelo para sentarse
si este es cómodo. La utilización de la pizarra es muy importante porque es el
método con el que más se aprende dividiendo la pizarra en partes para organizar
las ideas. Se puede cambiar la distribución de las mesas y las sillas conforme
quede satisfecho el alumno y el profesor/a. Uso de material audiovisual como
retroproyector, vídeos, magnetófono, etc. Que tienen que funcionar
correctamente para que el alumno puede entenderlo a la perfección. El
aprovechamiento de ilustraciones como: láminas y cartulinas; regletas; objetos
reales y la posición física de los alumnos y los profesores.
La
colocación de los alumnos y el profesor para que trabajen en parejas, en grupo
o individualmente.
En
seguida, nos habla si el profesor habla mucho en clase, si deberían hablar más
los alumnos; suelen haber silencios en clase cuando hay trabajos individuales y
los alumnos están concentrados en silencio realizándolo, cuando el profesor tiene
que pensar para dar alguna explicación, etc.
Para
explicar el significado de alguna palabra en ocasiones resulta complicado
incluso para el profesor y es necesario
a veces traducir la palabra sin más para que el alumno lo comprenda a la
perfección.
Los peligros de la traducción es que en
algunas lenguas puede no existir esa palabra o que el profesor acuda a una mala
traducción porque no encuentre el equivalente en su idioma, abusar de las
traducciones, ayudar más a un grupo que a otro, que se olvide la palabra que
hay que traducir.
Se
pueden utilizar ejercicios de traducción tanto escritos como orales, utilización
de diccionarios, a veces se puede recurrir a emplear terminología lingüística,
para que las instrucciones queden claras y el profesor pueda después de
explicar el ejercicio hacerlo él mismo para que los alumnos lo entiendan mejor.
Después,
en el capítulo siguiente trata de qué clases de palabras engloban el
vocabulario que serían: sustantivos, adjetivos, adverbios, verbos, expresiones
y expletivos. Hace alusión a Nivel Umbral (Trabajo realizado por el
Consejo de Europa).
Hay dos maneras de distinguir el vocabulario: productivo
( el que realizamos de forma activa) y receptivo (el que nos encontramos).
Existen dos formas para conocer una palabra; la presentación de las palabras y
la práctica de la palabra.
Enseñar
exponentes funcionales: para la gente que llega a un país extranjero, sin saber
nada del idioma que allí se habla, se ha de empezar con un vocabulario sobre
horarios, ubicación, de servicios, menús de comidas, deseos, identificación,
etc. El alumno también debe comprender la situación de comunicación, existen
diferentes maneras de expresarte según con quien hables.
Respecto
a la gramática hay opiniones diversas sobre si es mejor enseñar una lengua con
gramática o sin gramática; los mejores consejos son: dedicar clases especiales
para la gramática, de forma regular, no planeada, de forma explícita. Se puede
comenzar explicando el presente del verbo gustar, que se utiliza a menudo, las
preposiciones por y para, el uso descriptivo del imperfecto, la diferencia
entre es/está/hay, repaso de presentes, construcciones de frases y práctica de
tiempos del pasado.
En la pronunciación no es la más importante al
principio, pero ha de conseguirse que sea la más parecida posible a la de un
nativo. Fonología: para saber cómo emitir los sonidos. Acento: si se utiliza
mal cambia el significado de la palabra. Entonación: una entonación equivocada
y el mensaje puede ser malentendido.
La comprensión escrita y auditiva son destrezas
interpretativas, con un texto el alumno puede leerlo y comprenderlo a la vez.
Es muy importante la elección del texto según el ámbito que queramos
desarrollar, se puede tomar como referencia revistas, folletos turísticos, etc.
Tiene que haber una comprensión escrita y oral. Se pueden tomar como ejemplos:
diálogos, conversaciones telefónicas, anuncios, canciones y noticias de radio.
Para las destrezas expresivas, tanto escritas como
orales, han de expresarse en voz alta, cuidar la forma de habla, realizar
ejercicios, anotar frases de la pizarra, dictados. Actividades para la expresión
oral como: mini charlas, discusiones, fotos y dibujos, debates,
representaciones o juegos de rol, etc.
Respecto a la corrección ha de ser de gramática,
vocabulario, pronunciación, registro, ortografía y comprensión.
En la programación y planificación de clases; se puede
plantear una programación global de los contenidos de la asignatura que se va a
ver en clase: estructural, funcional, nocional, temática, situacional, lexical
y enfoque por tareas.
Se puede utilizar como ayuda un libro de texto. En la
programación parcial es la que se va a dar día tras día y la que el profesor
elige lo que va a dar cada día. El profesor ha de planificar las clases. Para
continuar el aprendizaje fuera del aula, el alumno ha de recordar todo lo que
ha visto en clase para llevarlo a cabo en la calle a la hora de enfrentarse a
la sociedad.
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